Terapia Individual

A lo largo de nuestra vida, todos nos enfrentamos a dificultades, ya sean emocionales, psicológicas o físicas. Acudir a un terapeuta puede ayudarte a superar estas dificultades y mejorar su bienestar general.
Los síntomas psicológicos más comunes son la depresión, la ansiedad, las fobias, el dolor crónico y el malestar emocional. La terapia proporciona herramientas y estrategias para gestionar eficazmente estos retos, ayudándote a desarrollar resiliencia y una vida más sana y satisfactoria.

Puedo ayudarte, no estás solo(a)

Sean cuales sean las dificultades por las que estés pasando, no tienes por qué afrontarlas solo(a). Una perspectiva externa te ayudará a ver las cosas con más claridad y a acelerar tu recuperación.
Dar el primer paso hacia la recuperación puede parecer difícil, pero estoy aquí para ayudarte. Ofrezco apoyo profesional y afectuoso para una amplia variedad de problemas emocionales y psicológicos, como por ejemplo:

Depresión

  • Tristeza persistente o estado de ánimo depresivo
  • Pérdida de apetito o comer en exceso
  • Insomnio o somnolencia excesiva
  • Pérdida de interés por aficiones y actividades
  • Fatiga o falta de energía
  • Dificultad para concentrarse
  • Aislamiento social
  • Sentimientos de culpa, desesperanza o inutilidad
  • Pensamientos suicidas o autolesiones
  • Baja autoestima
  • Duelo no resuelto
  • Desánimo frecuente

Ansiedad

  • Ataques de pánico
  • Preocupaciones excesivas y persistentes sin base lógica
  • Síntomas físicos: tensión muscular, fatiga, temblores, palpitaciones, dificultad para respirar, náuseas o diarrea.
  • Hipervigilancia: irritabilidad, dificultad para concentrarse, insomnio o sensación constante de alerta.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): pensamientos intrusivos (obsesiones) y comportamientos repetitivos o rituales (compulsiones).

Trastornos de la alimentación

  • Ingesta crónica y rápida de grandes cantidades de alimentos ricos en hidratos de carbono.
  • Preocupación excesiva por la imagen corporal y autopercepción inadecuada.
  • Inducción al vómito o abuso de laxantes por miedo a engordar.
  • Pérdida significativa de peso (amenorrea en las mujeres) y negativa a mantener un peso médicamente correcto.
  • Miedo irracional y excesivo a engordar.

Somatización

  • Temor a una enfermedad grave a pesar de la ausencia de pruebas médicas.
  • Síntomas inexplicables que conducen a consultas médicas frecuentes o a evitar la atención médica.
  • Molestias físicas relacionadas con el estrés
  • Preocupación excesiva por el dolor crónico a pesar de la ausencia de una causa médica identificable

Dolor crónico

  • Dolor persistente durante más de seis meses, que afecta a la vida diaria
  • Dolor generalizado en músculos, articulaciones o huesos
  • Uso excesivo o abusivo de analgésicos
  • Cefaleas o migrañas recurrentes
  • Afecciones como la artritis reumatoide o el síndrome del intestino irritable
  • Dificultad para mantener el trabajo o las actividades de ocio debido al dolor
  • Depresión relacionada con el dolor crónico
  • Pensamientos comunes: «Ya no puedo hacer lo que hacía antes», «Nadie me entiende», «¿Por qué yo?

Tercera edad (Mayores)

A medida que avanzamos en la vida, pueden surgir nuevos retos que la terapia puede ayudar a superar:
  • Encontrar un propósito y desarrollar intereses tras la jubilación
  • Afrontar la soledad tras la pérdida de seres queridos
  • Afrontar el miedo a perder capacidades físicas o cognitivas
  • Afrontar la tristeza o la depresión que impiden sentir felicidad o bienestar

Otras áreas

  • Timidez y ansiedad social
  • Soledad
  • Problemas de pareja
  • Tendencias obsesivo-compulsivas